La mejora de la envolvente térmica de un edificio es importante a la hora de conseguir mayor confort a nivel térmico en el interior y una mayor eficiencia energética.
El S.A.T.E. (sistema de aislamiento térmico por el exterior) consiste en la colocación en la cara externa de las fachadas de planchas de aislamiento térmico adherido al muro. La fijación habitual suele realizarse mediante adhesivos y fijación mecánica. Los paneles más habituales están realizados mediante poliestireno expandido. El aislante se protege con un revestimiento constituido por una o varias capas protección, una de las cuales lleva una malla como refuerzo. El revestimiento exterior se aplica directamente sobre el panel aislante y es hidrófugo y transpirable.
La fachada ventilada o trasventilada es un sistema constructivo de cerramiento exterior constituido por una hoja interior, una capa aislante, y una hoja exterior no estanca. Este tipo de fachada permite cualquier tipo de acabados duraderos, gran calidad y ofrece excelentes prestaciones térmicas y acústicas. Las placas exteriores pueden ser de diversos materiales: cerámicos, piedra, madera, paneles sándwich, etc. La piel exterior o de acabado dispone de ranuras tanto en la parte inferior como en la superior, para permitir la renovación de aire.